El dorado de la hoja en esta escultura de madera de San Domingo, también conocido como Domingo de Guzmán, no parece resentirse por los años que vivió.
Finamente tallada y pintada, esta escultura aparece en un pedestal que imita hábilmente el mármol en cada pequeño matiz.
La obra se remota a principios del siglo XVIII y se trata de un objeto destinado a un gran coleccionista de escultura antigua.
Como se sabe, por aquellos que cultivan esta pasión, siguiendo cuidadosamente el mercado de antigüedades, no es fácil encontrar objetos de esta época y con esta conservación. San Domingo de Guzmán se distinguió desde muy joven por la caridad y la pobreza.
El, convencido de que el clero debía ser devuelto a la austeridad de la vida que estaba en la base de la herejía de los Albigenses y de los Valdenses, fundó en Toulouse la Orden de Frailes Predicadores que practican la claridad de pensamiento, el espíritu constructivo, equilibrado y el sentido práctico.
La cabeza es una adición posterior y el pedestal está incluido en le precio.
Escultura dorada de San Domingo
Detalles
Citas: principios de 1700
Dimensiones: H: 68 cm L: 24 cm P: 25 cm
Peso: 5 kg.
Material: policultivo sultura en madera dorada
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