Maravilloso traje masculino con preciosos bordados manuales, aún hoy conserva la sombra de su esplendor original. 
Un grabado en metal dorado que tapiza los botones de nácar y que lleva las iniciales E.M. PARIS, pero este gabrado sigue siendo un misterio. 
No hay referencias históricas conocidas sobre este acrónimo, solo podemos deducir su fabricación francesa.  
Una característica del estilo de Luis XVI es tomar prestado los particulares del arte antiguo, para redescubrirlo en su declinación rococó, el hombre del siglo XVIII está enamorado de la antigüedad, sin embrago, no lo considera en su forma pura. 
 El traje masculino después de 1770 incluye el jubón, con amplias vueltas en las mangas y en los bolsillo y se emplean telas de seda en colores delicados. 
Este traje en particular reserva un precioso detalle, dentro de un bolsillo en perfecto estado, un pañuelo de tela blanca perteneciente el anterior propietario de este hermoso traje.