Pintura al óleo flamenca sobre tabla que representa un puerto con un velero de un autor desconocido y fechada en el siglo XIV. 
 Esta pintura antigua se caracteriza por su brillo y por sus relaciones cromáticas. 
La composición está atenta a los planos en perspectiva, el cielo azul, claro y nublado contrasta con el mar en calma del puerto en que el velero, protagonista de esta escena, está pintado con una meticulosa atención al detalle que también se aplica a las figuras en primer plano. 
En esta pintura se distingue en banquete real en el centro de la escena con una mujer noble vestida de acuerdo con la moda renacentista de los Alpes, que lleva a presumir la mano de un artista extranjero