Este tipo de estructura para cerraduras se encuentra en representaciones de bajorrelieves en el Templo de Luzor, en el Alto Egipto, pero muchos estudiosos creen que el origen es mucho más antiguo y que se remonta a los sumerios. La cerradura está constituida por diferentes elementos que difieren tanto en el uso práctico como en el significado simbólico. 
Un ejemplo es el elemento vertical llamado “cuerpo” que acoge mecánicamente los otros elementos en el interior. 
Desde un punto de vista simbólico en su parte superior se representan los símbolos más potente tallados por entero en este caso dos pájaros, mientras que la parte inferior del mismo se utiliza para figuras simbólicas y decorativas. 
Las cerraduras y las puertas están hechas por artesanos profesionales, a menudo encuadrados en sociedades cerradas que conservan y transmiten el conocimiento esotérico y material necesario para la correcta ejecución de las obras. 
El “forgeron”, es decir el herrero-escultor, es en realidad una especie de demiurgo entre lo visible y lo invisible, entre el hombre y el divino y por esta razón el cargo es muy deseada y no es sencillo ser un “forgeron”, sino después un adecuado periodo de aprendizaje.